miércoles, 20 de abril de 2011

Las dos caras de la experiencia




La experiencia es vital dentro de un plantel deportivo. El plantel de Seúl 88 fue una mixtura que se supo combinar para llegar hasta lo más alto.

Las más experimentadas del plantel, Cecilia Tait y Gina Torrealba, cada una con 26 años, vivieron suerte distintas tras la justa olímpica. Si bien fueron de vital importancia para el equipo en cada partido, al final de los juegos los destinos no serían los mismos.

Cecilia Tait fue escogida la mejor jugadora del torneo mientras que Gina fue la que perdió aquel punto decisivo que significó el triunfo soviético en el partido por el oro olímpico. Para Cecilia significó continuar con su carrera exitosa en Europa, para Gina fue la peor pesadilla de la que aún no puede despertar. La zurda recuerda con nostalgia lo de Seúl. Gina aún tiene la rabia contenida a tal punto que le cuesta mucho ver el video de aquel partido.: "Me pone triste pensar que fui quien perdió el último punto. Nunca veo el partido, es una gran pena para mí".

Tuvieron suertes distintas pero el país las recuerda con cariño. Ambas representan las caras de una misma moneda que fue aquel equipo de Seúl 88.

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